lunes, 16 de enero de 2012

Para la reflexión

ESTIMADOS SOCIOS DE TRABAJO:
Una actitud crítica pero positiva ante eventos cotidianos y criterios sólidos  e  innovadores, pueden  hacer que cada uno de nosotros y por ende nuestra  institución,  salga  adelante
La diferencia entre los países pobres y los ricos no es la antigüedad del país. Lo demuestran los casos como India y Egipto, que tienen miles de años de antigüedad y son pobres.

En cambio, Australia y Nueva Zelanda, que hace poco más de 150 años eran casi desconocidos son, sin embargo, hoy países desarrollados y ricos.

La diferencia entre países pobres y ricos tampoco son los recursos naturales con que cuentan, como es el caso de Japón que tiene un territorio muy pequeño y el 80% es montañoso y no apto para la agricultura y ganadería, sin embargo, se encuentra entre las primeras potencias económicas del  mundo pues su territorio es como una inmensa fabrica flotante que recibe materiales de todo el mundo y los exporta transformados, también a todo el mundo logrando su riqueza, a pesar, de los eventos catastróficos que lo han azotado.

Por otro lado, tenemos una Suiza sin océano pero tiene una de las flotas navieras más grandes del mundo. No tiene cacao procesa uno de los  mejores  chocolates del mundo; en sus pocos kilómetros cuadrados, pastorea y cultiva solo cuatro meses al año ya que el resto es invierno, pero tiene los productos lácteos de mejor calidad de toda Europa. Al igual que Japón no tiene recursos naturales, pero da y exporta servicios, con calidad muy difícilmente superable, es un país pequeño que ha vendido una imagen de seguridad, orden y trabajo, que lo han convertido en la caja fuerte del mundo.

Tampoco la inteligencia de las personas es la diferencia como lo demuestran estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos y logran resultados excelentes en su educación, otro ejemplo son los ejecutivos de países ricos que visitan nuestras fabricas y al hablar con ellos nos damos cuenta que no hay diferencia intelectual. Y tampoco es la raza la que marca la diferencia pues en los países centro-europeos o nórdicos vemos como los llamados vagos del sur demuestran ser la fuerza productiva de estos países, no así en sus propios donde nunca supieron someterse a las reglas básicas que hacen a un país grande.
La actitud, reflejo de los valores que tienen las persogas, es la diferencia. Al estudiar la conducta de las personas en los países ricos, se descubre que la mayor parte de la población sigue las siguientes reglas:

v  L a moral como principio básico.
v  El orden y la limpieza.
v  La honradez.
v  La puntualidad.
v  La responsabilidad.
v  El deseo de superación.
v  El respeto a la ley y los reglamentos.
v  El respeto por los derechos de los demás.
v  Su amor al trabajo.
¿Necesitamos más Leyes? No, sería suficiente con cumplir y hacer cumplir estas simples reglas. No somos pobres porque a nuestro país le falten riquezas, o porque la naturaleza haya sido cruel con nosotros, simplemente nos falta carácter para cumplir estas premisas básicas de funcionamiento de las sociedades.

Autor desconocido

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